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El Jardín del Edén en España
Córdoba rezuma antigüedad. La ciudad existe desde el año 169 a.C. y fue fundada por los romanos. Después de una larga dominación visigoda, Córdoba fue capturada por los moros en el año 711 y se convirtió no solo en una de las ciudades más impresionantes de Europa, sino también en uno de los lugares más ricos y culturalmente más ilustrados de la tierra, todo ello en torno a la Mezquita.
Sin embargo, no solo hay monumentos antiguos y arquitectura majestuosa en esta pintoresca ciudad. Si bien carece del alcance mundial y la condición de Sevilla, desprovista de los prósperos puntos calientes mediterráneos de Málaga y sin poder reivindicar Granada la cercanía a la estación de esquí de Sierra Nevada ni el paraíso de las Alpujarras, Córdoba todavía consigue atraer a turistas.
Monumentos antiguos y arquitectura majestuosa en la pintoresca Córdoba
Atractivos muros decorados con flores colgantes
Rápida modernización
Con su moderna infraestructura, su red ferroviaria de alta velocidad y sus excelentes comunicaciones por carretera, la ciudad es un testimonio de la rápida modernización de España desde finales de los años ochenta. Sin embargo, sigue siendo a la vez (al menos en su conjunto) una venerable gran ciudad llena de edificios con encanto y con unas vistas cautivadoras.
Los amantes de la arquitectura clásica andaluza y morisca se deleitarán con una delicia poco común: El Casco Antiguo de Córdoba que destaca por sus sinuosas calles, sus paredes encaladas decoradas con maceteros colgantes y un sinfín de atractivos patios.
Actividades diurnas y placeres nocturnos
En la antigüedad, en la época en que Córdoba se convertía en una potencia ibérica y romana, el agua y la sombra eran marcas de poder y prosperidad, al igual que lo son los modernos invernaderos y los coches de lujo. Si podía huir del sol abrasador y controlar un suministro de agua constante, estabas listo.
Los tiempos han cambiado, pero las manifestaciones de esa mentalidad no: los omnipresentes patios de Córdoba, que son el centro de la vida cotidiana de la ciudad.
Encantadores edificios que rezuman antigüedad
Diseñados para proporcionar refugio y privacidad, muchos solían hacer eco a los sonidos del agua corriente manipulada a través y alrededor de ellos. El agua ayudaba a enfriar el aire y a crear un ambiente de paz.
Hoy en día, muchas de estas características del agua han desaparecido, pero los patios son un lugar idóneo para desayunar, almorzar, para dormir la siesta, para hacer una barbacoa por la noche y, en general, para refrescarse. Cuando a patios se refiere, no puede evitarse pensar en la Mezquita.
Primero una iglesia, luego una mezquita, luego un templo real, luego una catedral y hoy un miembro de la diócesis de Córdoba. La rica y variada historia de tenencia de la Mezquita es el resultado de la importancia estratégica de Córdoba a través de los siglos.
Belleza cautivadora
Todas las fuerzas invasoras y dominantes se han sentido atraídas hacia la Mezquita como una abeja a la miel, cautivadas por su belleza y escala, y sobre todo, por su adaptabilidad al cambio.
Un rasgo característico de la Mezquita son sus arcos gigantes que se apoyan en 856 columnas de granito, mármol, jaspe y ónice. En su interior, el mihrab constituye punto central de la belleza del monumento. La suave construcción y el decorado artístico de este Jardín del Edén interior hechiza a los visitantes desde el mismo instante en que acceden a él.
Encantadora y cautivadora belleza de la Mezquita y sus magníficos arco
Rico tapiz de naturaleza y color
Igualmente impresionante es el Patio de los Naranjos, que se encuentra dentro del terreno de la Mezquita y es un lugar ideal para relajarse, disfrutar del sol y hacer balance de las vistas que está contemplando.
Además, su interior incluye tesoros como la cúpula en forma de panal, los nichos de oración y la nave renacentista que se encuentra en el centro de la estructura.Al igual que sus compatriotas de otras ciudades españolas, a los «cordobeses» les encantan sus festivales.
En mayo, la ciudad cobra vida por la noche, aún más de lo habitual, con el concurso anual del Festival de los patios y el Festival de las Cruces de Mayo (simplemente, un festival que celebra las cruces decoradas con adornos).
Durante los meses no festivos, Córdoba sigue deleitándose con su rico entramado de bares de tapas y restaurantes. Cenar al aire libre es una forma de vida aquí, más que en muchas otras partes de España, debido a su estable y cálido clima.
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