Un clásico convincente
La historia está omnipresente en Alozaina. Desde el presente... en 1976 Alozaina fue votado como el «pueblo más bonito» de España. Hasta el pasado.... los fenicios comerciaban mucho en el pueblo y cerca de él. Encaramado en lo alto del Valle del Guadalhorce, Alozaina es un típico pueblo blanco andaluz.
Adquirió protagonismo en el siglo XIV con muchos de sus principales monumentos y edificios, entre los que destacan el castillo y la cautivadora iglesia de Santa Ana (que fue mezquita), que data de esa época, así como ruinas moriscas repartidas por todo el casco urbano.
Más allá de los confines del pueblo se encuentran algunos de los paisajes más espectaculares del sur de España, que abarcan el valle del Río Grande al Sur y el comienzo de la bucólica Sierra Prieta al Norte.
Gentil atractivo y ritmo de vida
Este paisaje se caracteriza por sus verdes bosques y afloramientos rocosos, con las cuevas prehistóricas del Tajo de Jorox a poca distancia en coche. De vuelta en el pueblo, el ritmo de vida tranquilo es extraordinariamente seductor, y un fin de semana aquí seguramente reducirá incluso la presión arterial más alta.
Con la historia, la religión y las ruinas jugando un papel tan importante en la existencia del pueblo y con solo 2000 habitantes, Alozaina ha mantenido su atractivo cortés a lo largo de los años, por lo que no es el lugar al que uno se dirige, o en el que compra una propiedad, para disfrutar de una vida nocturna con mucha vida. Tradicional, tranquilo y ligeramente aislado, Alozaina ofrece el sabor de la auténtica vida rural española a un ritmo indudablemente lento (pero eminentemente atractivo, para algunos).
¿Le gustaría encontrar la vivienda perfecta?