Rodeada de valles fértiles
Coín tiende a pasar desapercibido por parte de muchos turistas que visitan la Costa del Sol, que desembarcan en el aeropuerto de Málaga y se dirigen directamente a las brillantes luces de los centros turísticos costeros. Los habitantes españoles y los residentes extranjeros que llaman hogar a la Costa del Sol lo conocen mejor, por supuesto. Una excursión de un día a Coín siempre es algo digno de saborear. El encanto tradicional del pueblo, su autenticidad andaluza y la impresionante ubicación lo hacen extremadamente atractivo tanto para la vista como para el bolsillo.
Coín no es el pequeño y somnoliento remanso que a veces se cree que es. Tiene una comunidad de grande y próspera de extranjeros y, en las afueras del pueblo, hay varias urbanizaciones residenciales muy solicitadas que comprenden amplias villas unifamiliares (muchas de ellas con piscina privada), viviendas semiadosadas atractivas, casas adosadas modernas y apartamentos bien equipados, todos rodeados de un paisaje rural. En el centro del pueblo no hay demasiadas casas de nueva construcción entre las que escoger, pero las casas adosadas y los pisos tradicionales son populares entre un número creciente de compradores de fuera.
Coín se ubica en un asentamiento más clásico que la antigüedad, y en su día fue un centro romano donde el mármol, además del cultivo de cítricos, olivos, corcho y almendros, fue el catalizador de su crecimiento.
Cautivador encanto natural
Hoy en día, los cítricos y los olivares siguen cubriendo las colinas que forman el límite natural de Coín. El valle fértil está alimentado por varios arroyos de agua dulce que, en los siglos XV y XVI, fueron desviados hacia fuentes que aún se pueden ver en las estrechas calles y en las encantadoras plazas del pueblo.
En la plaza principal de la Alameda, las cafeterías compiten entre sí al mismo tiempo que se esparcen en la plaza, y todo el pueblo ofrece una excelente diversidad de restaurantes, muchos de los cuales sirven una variedad de tapas interesante.
Fuera del pueblo, el Centro Comercial La Trocha cuenta con varias cadenas de tiendas grandes, una pista de pádel y un cine; y en las afueras también se pueden encontrar algunas de las mejores rutas de senderismo y montañismo de la zona.
Cenar fuera es asequible y es un gran acontecimiento social. Con decenas de bares de tapas y mesones, además de algunos establecimientos orientados a la clientela extranjera repartidos por todo el pueblo, encontrar un lugar para tomar una cerveza, una copa de vino o un gin tonic es una tarea fácil.
Otras actividades nocturnas podrían incluir un paseo a la luz de la luna en el renovado manantial de El Nacimiento, que cuenta con un lago artificial, un parque y una cafetería
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